lunes, 16 de febrero de 2009

Pagar por leer en voz alta

Leo en el Mundo:

La Unión de Escritores de América expresó su preocupación por el dispositivo electrónico de lectura Kindle 2, de Amazon, y aseguran que los autores tienen derecho a prohibir que sus obras puedan ser leídas por el aparato.

Según el gremio, la característica de Kindle 2 que hace que pueda leer en voz alta los textos, entra en competencia directa con el sector de 'audiolibros', que movió en ventas en EEUU cerca de 1.000 millones de dólares en 2007.

"Los editores podrían prohibir a Amazon por contrato que active la función de audio a sus libros, de forma que Amazon se vea obligada a incluir un programa para prevenir la lectura de un libro en voz alta mientras no han adquirido los derechos necesarios", asegura la asociación.

Para aquellos que argumentan que oponerse al audio del nuevo Kindle es un ataque a los derechos de los invidentes, la asociación responde sencillamente que Kindle no está específicamente "diseñado para ese uso".

Mis comentarios:

Derechos de autor, derechos de invidentes, derechos del comprador, aparatos que cumplen funciones para los que no están diseñados, ... ¡Qué lío! Este es un ejemplo más de cómo nos hemos salido de madre en el ordenamiento de la propiedad (intelectual en este caso).

Volvamos a los principios. Si yo compro un libro lo podré leer como quiera, supongo. Hasta ahora era así, y funcionaba bastante bien la cosa, nunca han faltado autores, lectores, ni personajes. De vez en cuando teníamos a autores en busca de lectores, personajes en busca de autor, ..., pero había producción literaria siempre abundante (que NO ha aumentado nunca con ninguna mayor protección de derechos de autor ni TAMPOCO ha disminuido nunca con ningún invento temible). Ahora pongamos que alguien (un tal Edison, por ejemplo) inventa la bomilla eléctrica. Gracias al nuevo invento puedo sacarle más partido a los libros. Puedo leer por la noche, cosa que antes no podía hacer igual de bien. Este hecho de ninguna manera menoscaba los derechos del autor. El libro tiene más valor, no menos, gracias a que hay más oportunidades para leerlo. Se demandarán más libros. También más bombillas.

¿Qué diferencia hay con el caso que nos ocupa? Ninguna. Uno compra un libro (en este caso es digital) para leerlo en una pantalla. Ahora alguien inventa un aparato (una Kindle 2, por ejemplo) que, además de ponértelo en la pantalla para que lo leas tú, te lo lee él. Gracias al nuevo invento el libro digital tiene más valor, no menos. Se demandarán más libros digitales. También más Kindles 2.

Los autores (pero en realidad esto tampoco es verdad, son los editores) no se conforman con su parte, quieren la parte de la Kindle 2.

Alguien debería contarles a esta gente el cuento de la gallina de los huevos de oro.

2 comentarios:

  1. ¿Esto quiere decir que para que Kindel2 no traiga problemas tendrán que contactar uno por uno con los editores (autores) y pedir permisos? Es curioso que esto solo ocurra con ciertas cosas,o ¿hasta ahora cada vez que le leían libros a los niños digamos en la FNAC se pedían permisos?

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  2. Según entiendo, quiere decir que, o bien se prohibe que la Kindle 2 tenga el programa de leer en voz alta o bien deberá pagar un tanto a las agencias de recolección de derechos de autor que lo distribuirían entre los propietarios de los derechos según una regla (típicamente proporcional a las ventas de libros).

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